Trompetas
triunfantes
celebran
tu derrota.
No lo percibes
tu pecho hinchado
tapa tus sentidos.
No hay sendero,
salvo la retirada.
La permanencia allí
resulta
muerte prematura
con antesala
de terror y sufrimiento.
Andar, desandar
cortar camino
mientras me doy palmaditas
con mi mano derecha
sobre mi hombro izquierdo.
Buena suerte y hasta luego.
Insulte tranquilo